Tras un tiempo compartiendo estudio en Carabanchel con Luis Pérez Calvo, y a la salida de este del taller, la pintora Patricia Mateo y José Luis López del Moral, quien además de la pintura cultiva el dibujo y la fotografía, decidieron constituirse hace unos años como colectivo, bajo el nombre de FueradCarta. Además de crear, han editado libros de artista de autores como Óscar Seco, Estefanía Martín Sáenz o Eugenio Merino, o comisariado proyectos como Gabinete de resistencia.
Este verano, en la Galería Fúcares de Almagro, nos enseñan ambos su obra conjunta en la muestra «En busca de un sentido», que además han planteado como una suerte de laboratorio de ideas en torno al arte contemporáneo. Han reunido piezas de pequeño y gran formato en diferentes técnicas (óleo, fotografía y transferencia fotográfica) y distintos soportes (como el papel o la madera) en las que han tratado de profundizar en el sentido de su creación conjunta y en el de la propia colaboración como fuente de proyectos artísticos diferenciados respecto a los individuales, o que incluso pretendieron anular, como ocurrió en ciertas propuestas conceptuales de fines de los sesenta, la individualidad tenida por inherente al arte. En fechas más recientes, Marina Abramovic y Ulay llegaron a rozar la simbiosis, la apropiación y el exterminio el uno del otro, cuando fueron las dos mitades, justamente, de The Other (El Otro).
Esa afinidad requiere intereses estéticos comunes, aunque Mateo y López del Moral no han querido en absoluto forzar los suyos. Este último se ha acercado a los planteamientos clásicos del paisaje desde la tecnología: con el sistema iOS desarrolla imágenes poéticas basadas en la veracidad de un paisaje desierto, a medio camino entre lo surreal y lo romántico y, pese a su origen, pictorialista. No le interesan los procesos espontáneos, sino, por el contrario, los muy lentos y elaborados, que comienzan con la selección de la materia (natural) y finalizan con el píxel abstracto, enlazándose lo artesanal y lo digital; también opta por relacionar la pura forma natural con su referencia artística elaborada, tan fuera del tiempo una y la otra que a veces el paisaje lo pensamos más como un Friedrich o como un Turner que como una visión propia en la montaña o el mar.
Del Moral no quiere evocar paisajes, sino retratarlos, a su modo y desde su época, desde la ecología, las redes y la contemporaneidad, pero también adoptando en parte el espíritu del paseante romántico, la melancolía de quien añora paraísos perdidos. Fijándose en la sencillez perfecta de lo minúsculo, en el transcurso de las estaciones sobre el campo o del tiempo sobre las piedras, por eso sus imágenes tratan de incorporar texturas, las que ofrece lo aún no purificado por la mano humana.
En cuanto a Patricia Mateo, trabaja fundamentalmente al óleo, inspirándose en la Historia del Arte, pero no únicamente revisitada desde el presente, sino conjugada con la vida cotidiana y aderezada con ironía o perspectiva crítica. Lleva a su terreno la estética y los temas del Renacimiento, el Barroco, la pintura Flamenca, el clasicismo francés o el realismo americano, introduciendo a sus escenas cambios ligeros que no modifican lo ornamental pero sí lo ético: más que rehacerlos, la artista renueva los iconos, incorporando frases que nos pueden hacer reír o reflexionar. Sabe conjugar la fidelidad a los esquemas de la imagen original con la incorporación de mensajes propios, de modo que nos acerca el pasado sin desacralizarlo.
¿Y de qué modo han creado juntos? Mateo ha trabajado al óleo con veladuras finas sobre el papel fotográfico de López del Moral, incorporando figuras y elementos que remiten a Brueghel, Patinir o El Bosco y que quedan sumidos en entornos surrealistas o imposibles, dando lugar a múltiples lecturas. Subraya así la pintora detalles olvidados, átomos perdidos, elementos que remiten a autores completos sin necesidad de añadir mayores acervos, como un embudo que hace alusión a toda la Extracción de la piedra de la locura bosquiana.
El objetivo de Fueradcarta, y de exhibiciones como esta, que anticipa la celebración del medio siglo de Fúcares, es fomentar el coleccionismo artístico entre el gran público (ellos mismos ponen a la venta, online, sus ediciones) y también la construcción a dos manos de una realidad metaficticia en la que quieren que todo sea lo que parece, pero también algo más.
«Fueradcarta. En busca de un sentido»
c/ San Francisco, 3
Almagro
Del 17 de junio al 16 de septiembre de 2023