El año que viene hará una década desde que Twin Gallery representa al artista madrileño Manuel Franquelo-Giner, coincidiendo con los inicios de su trayectoria; desde entonces se ha mantenido fiel este autor a algunos ejes temáticos que vienen marcando su trabajo: los efectos de la industria alimentaria y su maquinaria, las relaciones entre cultura y naturaleza y el rol de los creadores como posibles mediadores en esos procesos, en continua transformación y marcados actualmente por el desarrollo de la biotecnología. A veces da testimonio de los cambios introducidos por la sociedad en el paisaje; otras, pone el foco en sistemas al servicio de la ocultación de ciertas crisis medioambientales y, en unos y otros casos, subraya nuestra propensión a examinar el entorno desde perspectivas en las que solo cabe lo humano. Cuando, hace unos años, pasó por Fichados, nos contó que su producción trata de señalar, e incluso de exagerar, la visión esencialmente antropocéntrica que tenemos de las cosas, según la cual los objetos –o los objetos no humanos, si se prefiere– esperarían a ser llenados de significado por nosotros.
Timothy Morton y Bruno Latour han sido sus referentes a la hora de fomentar en sus piezas que los objetos hablen por sí mismos, proponiendo una horizontalidad de las cosas ajena a puntos de vista y jerarquías, o de relacionar la crueldad con que el ser humano llega a tratar a los no humanos (sintientes o no) con algunas de las peores formas sociales de violencia, como el maltrato de género o el robo de su identidad a distintos grupos étnicos.
Siempre ha trabajado a partir de la recopilación de información y valiéndose de técnicas muy diversas, y así ocurre también en la que es su cuarta individual en Twin, «Los mares que mecen los cuerpos», que además de en el espacio de la galería en la calle San Hermenegildo se presenta en el Metaverso, en la parcela 31,79 de Decentraland y con sus piezas convertidas en NFTs.
Se dedica esta exhibición al impacto de la actividad industrial en los ecosistemas marinos y a la relación, compleja y en las últimas décadas peligrosa, del ser humano con los océanos: la quincena de trabajos que la componen, seleccionados de una serie formada por más de medio centenar, tienen en común la presencia de un neón iluminado con el lema “Abierto 24 horas”, en referencia a lo constante del abuso de los recursos marinos por parte de empresas que no descansan. La yuxtaposición de los mares y esas señales lumínicas, poderosa visualmente por su contraste cromático, incide en el dramatismo de la situación actual de estos hábitats y en la radical distancia entre la imagen sublime de su paisaje y la perseverancia de las explotaciones que lo amenazan.
El compromiso de este proyecto va más allá de las imágenes: el 10% de la recaudación a la que dé lugar la muestra se destinará al Programa para la Defensa de los Océanos de WWF, dedicado a la protección de las especies marinas más amenazadas, la restauración de los entornos donde se encuentran y el apoyo a las pesquerías para su gestión sostenible.
Manuel Franquelo-Giner. «Los mares que mecen los cuerpos»
c/ San Hermenegildo, 28
Madrid
Del 15 de junio al 15 de julio de 2023