Su obra alcanza una gran popularidad a principios de la década de los noventa, figurando a partir de ese momento en prestigiosas ferias y muestras colectivas a nivel tanto nacional como internacional. Se mueve en medios muy diversos: fotografía, pintura, dibujo, escultura, instalación… La sensualidad, la seducción de los materiales y la calidez íntima del lenguaje son conceptos claves en una obra que redefine los parámetros del llamado arte «femenino». Entre lo más conocido de su producción están sus series de fotografías a gran escala en las que manipula con pintura imágenes de sofisticadas modelos, dando lugar a un ambiguo juego de enmascaramiento y seducción, y a una sugerente tensión entre la voluptuosidad de la modelo y la que añade la propia pintura. También tiene obras de pequeño tamaño, como la serie de acuarelas Herida (1998), y esculturas e instalaciones como Voy a tratar de explicarlo (1994), formada por grandes hojas de papel arrugadas y tiradas descuidadamente en el suelo. Entre sus exposiciones cabe destacar «Sense Títol», Fundación Joan Miró de Barcelona (1993); «Mudanzas», Museum of Modern Art Wales (1994); «Maldito Corazón», Musée d’Art Moderne et Contemporain de Niza (1999) o «Algunas cosas que llamaba mías», IVAM (2000).